El          empleo de las células madre adultas para reemplazar neuronas perdidas a          causa de lesiones y enfermedades cerebrales podría ser más difícil de lo          que se creía con anterioridad, según unos investigadores del MIT, porque          añadir nuevas neuronas a los circuitos neuronales existentes y          operativos sería como intentar integrar un nuevo hardware en un          ordenador en marcha, sin apagarlo al hacer la operación.
                           
       
        Este trabajo tiene importantes implicaciones para el tratamiento de          enfermedades como la de Parkinson y la de Alzheimer.
       
        Desde hace tiempo, los científicos han venido especulando acerca de que          el reemplazo con nuevas neuronas de las dañadas a causa de enfermedades          neurológicas, lesiones cerebrales o daños en la médula espinal, podría          ser una forma eficiente de combatir los efectos negativos de estos          trastornos. Pero Carlos E. Lois, del Instituto Picower para el          Aprendizaje y la Memoria, ha encontrado que la inserción de nuevas          neuronas en circuitos neuronales ya existentes podía ser similar a          intentar insertar una tarjeta de memoria RAM a un ordenador encendido.
       
        "Con toda probabilidad, el software del ordenador se colapsará a causa          del nuevo hardware añadido," señala Lois. Aunque se pueden añadir nuevos          componentes a un ordenador apagado, el cerebro nunca se puede apagar por          completo. "La adición y la eliminación de conexiones de las nuevas          neuronas podrían ser operaciones perjudiciales para los circuitos          neuronales existentes".
       
        En teoría, las células cerebrales recién creadas pueden ser recolectadas          y trasplantadas allá donde se necesitan para reemplazar células dañadas.          Estas neuronas nuevas crecen a partir de células madre sólo en dos          pequeñas regiones del cerebro humano adulto: el bulbo olfatorio,          involucrado en el sentido del olfato, y el hipocampo, involucrado en la          memoria.
       
        Las dos técnicas que los teóricos han propuesto para trasplantar          neuronas se enfrentan a un problema: Cuando se incorporan las nuevas          neuronas a un circuito cerebral de un animal adulto, tienen que          conectarse a neuronas preexistentes, que ya están haciendo su trabajo.
Sin embargo, las neuronas nuevas son inmaduras y no están preparadas          para funcionar. Necesitan ser "entrenadas", eliminando conexiones          inapropiadas y afianzando las adecuadas.
        Lois, Wolfgang Kelsch y Chia-Wei Lin encontraron que las nuevas neuronas          añadidas al cerebro de animales adultos desarrollaban conexiones de          entrada antes de desarrollar cualquier conexión de salida. Descrito de          manera simple, esto significa que durante este período de entrenamiento,          las nuevas neuronas no "hablan", limitándose a "escuchar".
         Posteriormente, una vez que la nueva neurona comienza a establecer          conexiones de salida hacia otras neuronas, sería un elemento ruidoso.          Estaría comunicando información a otras neuronas antes de poder          sintonizarse apropiadamente.
       
        Los resultados de este nuevo estudio sugieren que cualquier intento de          reemplazo neuronal empleando células madre tendrá que resolver primero          el problema de cómo las conexiones formadas durante su período de          entrenamiento por las neuronas nuevas alterarán el funcionamiento de las          neuronas veteranas en servicio activo.
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