
Estos genes, Distal-less y homothorax, influyen en la mayoría de los aspectos del desarrollo larval del insecto, y por tanto no han sido considerados como implicados en la evolución de nuevos rasgos.
En las dos especies de escarabajos cornudos que estudiaron Moczek y Rose, las secuencias genéticas del Distal-less y el homothorax eran muy poco diferentes, lo cual sugiere que los dos genes han conservado sus identidades únicas debido a que las presiones selectivas no han cambiado. No fueron los propios genes los que experimentaron variaciones, sino cuándo y dónde se activan.
La evolución de rasgos nuevos no requiere de la evolución de nuevos genes. De la "caja de herramientas" genética de un organismo pueden surgir muchas innovaciones.
Moczek y Rose descubrieron que todos los genes de desarrollo son candidatos para tal reclutamiento, no sólo los genes cuyas funciones de desarrollo se consideran como no esenciales o limitadas en sus efectos.
Moczek también piensa que los resultados de este nuevo estudio pueden impulsar a los biólogos evolutivos a revisar las ideas que se tienen de la pleiotropía, el concepto fundamental de un gen influyendo sobre muchos rasgos.
"Puede ser que nuestra comprensión de la pleiotropía sea demasiado simplista", explica Moczek. "Ahora que sabemos que genes fundamentales de desarrollo pueden adquirir nuevas y diversas funciones con relativa facilidad, puede que la pleiotropía no sea tan restrictiva como habíamos pensado".
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